15 acciones para que tus alumnos/as asistan a tus clases de Yoga con regularidad

Regularidad clase yoga

Como profesores/as de yoga, queremos que nuestro/as alumnos/as sean regulares en su asistencia a clase no sólo porque de ello dependan nuestros ingresos sino porque la práctica regular es la única forma de transformarnos y de que el Yoga produzca sus efectos. En este artículo encontrarás 15 ideas que puedes llevar a cabo para fomentar la asistencia a tus clases de Yoga o entrenamientos.

Como en muchos trabajos actualmente, ser profesional no sólo implica cumplir bien con el trabajo técnicamente sino que conlleva una serie de responsabilidades más. En el caso de ser profesora de yoga, no sólo debemos ofrecer buenas clases sino ocuparnos de que los/as alumnos/as vengan a clase regularmente.

¿Por qué la asistencia a clase es importante para los/as instructores/as de Yoga?

Como profesores/as, nos interesa que nuestros/as alumnos/as vengan a clase, por varios motivos:

  • Porque se genera “conciencia colectiva” y la práctica se vuelve más rica para cada practicante. Compartir la sesión con otras personas que están en tu mismo camino es enriquecedor no sólo por motivos “románticos” sino que tiene un efecto en nuestro propio recorrido.
  • Si trabajamos en un estudio de yoga ajeno, porque de ello puede depender nuestra continuidad en la empresa.
  • Si tenemos nuestro propio estudio o sala, porque de ello dependen nuestros ingresos.
  • Pero además, y seguramente la razón más importante, si queremos que las personas a las que acompañamos en esta práctica experimenten los beneficios de la misma, es necesario que asistan a clase con regularidad. De este modo podemos seguir su evolución, ayudarles con sus desafíos y adaptar la práctica a sus necesidades.

¿Qué podemos hacer para fomentar que los/as alumnos/as vengan regularmente a nuestras clases de Yoga?

1.- Conoce a las personas. Recordar sus nombres, sus circunstancias (lesiones, experiencia, dificultades, etc.). Nos ayuda a generar un vínculo con ellas, favoreciendo su confianza. Interésate por aquello que te contaron, etc.

Para ello, cuando viene un/a nuevo/a alumno/a, interésate por conocerle. En algunos estudios deben rellenar un formulario pero éste no siempre llega a manos del/la profesor/a. Si el día de clase se complica conversar con cada alumno, puedes dar pie a seguir la conversación el próximo día. Dialoga con tus alumnos en la medida de lo posible.

2.- Haz comunidad. Fomenta que entre los/as alumnos/as se conozcan y se generen vínculos. Favorece un ambiente amistoso.

De vez en cuando puedes proponer que se presenten, hacer dinámicas por parejas o grupos, incentivar el debate o favorecer el diálogo al principio o final de la clase.

3.- Personaliza la práctica. Observa qué dificultades tienen tus alumnos/as y propón adaptaciones para cada caso (no todas en una misma clase).

P.ej. sabes que a Maribel le dan miedo las invertidas, pues un día le propones una variación sólo a ella, otro día la propones para todos y otro día explicas tu experiencia personal con tu miedo a las invertidas (si es el caso).

4.- Enfoca la sesión a un tema. Al principio de cada clase explica brevemente el foco de la sesión y cómo se va a trabajar. A la mayoría de personas les gusta saber el porqué de lo que hacen.

P. ej. “Hoy nos vamos a enfocar en posturas que nos ayudan a aliviar molestias en lumbares. ¿A alguien de aquí le suele doler la espalda?”

5.- Haz “spoiler” de la siguiente sesión. Al final de las clases puedes adelantar el foco de las próximas sesiones. Ayuda a mantener el interés. Cuando llega el próximo día, recuerda cumplir con la expectativa que generaste.

P. ej. El próximo día practicaremos variaciones del saludo al sol de distintos linajes de Yoga.

6.- Da recursos concretos para la vida real. Explica cómo lo que estás guiando en clase ayuda en nuestra vida real.

P.ej. puedes hablar de vicios posturales de trabajar ante el ordenador o mirar el teléfono y enseñarles cómo sentarse en la oficina; o háblales del efecto de savasana en nuestras vidas estresadas y con altos niveles de cortisol, etc.

7.- Planifica ciclos de clases. Idea temas para bloques de clases e infórmalo a tus practicantes.

P.ej. chakras por semanas, zonas del cuerpo (extensiones, torsiones), intención, etc.. Busca temas a los que puedas dar continuidad entre clases. Mantienen a los/as alumnos/as interesados/as y te permite profundizar en los temas que consideras que necesitan o que sabes que les interesan.

8.- Educa a tus alumnos/as. Ofrece explicaciones de aquello que dominas y que esté relacionado con la clase.

P.ej. puedes hablar un poco de anatomía y que aprendan ciertos músculos o puedes comentar algo sobre la filosofía del yoga, sobre tu experiencia como practicante o leer algo inspirador.

Para filosofía del yoga, te recomiendo los libros de Naren Herrero (mira aquí) y sus cursos en Satsanga Campus (mira aquí). Ofrece un amplio conocimiento muy digerido y explicado de manera sencilla.

9.- Amplía la mirada hacia el yoga. Si te sientes cómodo/a con ello, introduce en tus sesiones prácticas de otras técnicas del yoga que domines o practiques tú habitualmente.

P.ej. guíales meditaciones sencillas, visualizaciones, canto de mantras, etc.

10.- Comunícate con tus alumnos. Ya sea por email, whatsapp o en redes, anuncia tus próximas clases, los temas u objetivos, promociones, etc. Tener una relación cercana contigo ayuda a tus alumnos/as a que se comprometan con una práctica regular.

11.- Establece objetivos. A medida que vas conociendo a tus alumnos/as, habla con ellos/as no sólo sobre su vida o temas mundanos sino sobre su práctica, por qué practican y cuáles son sus objetivos. Ayúdales a ir hacia ellos.

P.ej. Lograr cierta postura, reducir ansiedad, etc. Puedes darles un tip para que hagan en casa.

12.- Varía tus clases. No se trata de hacer clases radicalmente distintas y que sean un pupurrí de técnicas. Una misma secuencia se puede vivir muy distinta según cómo la guíes (la intensidad de las instrucciones, el tono, etc). Introducir algo novedoso de vez en cuando, enriquece la experiencia de tus alumnos/as. 

P.ej. Un día hacer las posturas habituales pero con la ayuda de elementos, o de la pared, etc).

13.- Mejora la propiocepción. Guía ejercicios de autoexploración que les ayuden a ser conscientes de su desempeño, ofrece las correspondientes explicaciones en clase y da propuestas de mejora.

P.ej. Ejercicios para que descubran cómo respiran (qué zonas del cuerpo se mueven, qué fase les resulta más cómoda, etc.)

14.- Pregunta mucho. Interésate por saber en qué aspectos les gustaría profundizar, si hay algo que les gustaría probar, qué posturas o técnicas les gustan más, cuáles menos y por qué, sus expectativas, motivación, etc.

P.ej. Un día plantea una clase con las posturas que más les gustan. Otro, las que menos pero enseñándoles variantes o nuevos matices.

15.- Lee este artículo.Te ayudará también a atraer alumnos/as nuevos/as.

Cuéntame en comentarios si tienes algún consejo más para favorecer la regularidad de tus alumnos/as en clase.

Si te interesa aprender más recursos para tu proyecto profesional de dar clases de yoga, aquí tienes un ejercicio descargable que te ayudará a tener más público en tus clases, retiros y talleres.

Espero que te sirvan estas ideas.

Con amor,

N de nuria

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