Consejos para practicar sirsasana

En este artículo, te cuento cómo practicar la postura de yoga sobre la cabeza (sirsasana): qué debes tener en cuenta antes; qué debes trabajar para subir con seguridad; cómo llegar a la postura y encontrar el equilibrio; cómo practicarla según tu dosha de Ayurveda y cómo salir de la postura.

La postura de sirsasana es la postura de yoga sobre la cabeza y también se la conoce como o «el rey de las posturas» (así la llama Dharma Mittra y así se considera en los libros antiguos).

Como dice el maestro BKS Iyengar, cuando nacemos la cabeza es lo primero que sale y es en el cráneo donde está el cerebro, que controla el sistema nervioso y los órganos de los sentidos y es «la sede de la inteligencia, del conocimiento, de la capacidad discriminativa, de la sabiduría y del poder».

 

Beneficios de «sirsasana»

 

Se dice que la práctica habitual de esta postura favorece la circulación de la sangre.

Maestros tradicionales defienden que la postura ayuda a rejuvenecer nuestras células cerebrales, dándonos mayor fuerza del pensamiento y claridad de ideas. También sostienen que, al igual que otras posturas invertidas, también favorece el riego sanguíneo hacia nuestra glándula pituitaria que, situada en la base de nuestro cerebro, regula el crecimiento del esqueleto, el metabolismo y las funciones de los sistemas circulatorio y respiratorio. 

No obstante, profesores más actuales y probablemente más basados en el aspecto anatómico de la postura, sostienen que el cuerpo dispone de mecanismos que regulan la cantidad de sangre que llega a cada región del cuerpo y que, por tanto, la inversión no necesariamente mejora el riego sanguíneo ni por tanto, el suministro de oxígeno al cerebro.

En lo que sí parece que todos están de acuerdo es que esta postura y otras invertidas, favorece el retorno venoso y el drenaje linfático

Asimismo, este asana favorece la relajación del diafragma (músculo fundamental para nuestra respiración) que, al estar boca abajo, invierte su acción. Este no es un efecto menor ya que en nuestra sociedad abundan las personas con tensión en el diafragma. Podemos decir, entonces, que contribuir a la relajación y movilidad del diafragma tiene un efecto directo en nuestra respiración y, por tanto, en nuestro estado mental, agitación interna y estrés.

Quizás porque es una postura invertida, quizás porque este tipo de posturas son muy alentadas por mi querido Dharma Mittra, quizás porque tardé mucho en conseguir llegar a ella o quizás porque me hace sentir vivaz entre todas las responsabilidades familiares y quehaceres, es una de mis posturas favoritas.

Como acabamos de ver, sirsasana es una postura que a nivel físico, energético y psíquico tiene muchos beneficios. Pero debemos tener en cuenta que, dado que gran parte del peso del cuerpo recae sobre el cuello, debemos tener mucho cuidado a la hora de enseñarla.

 

Cautelas antes de practicar y enseñar “sirsasana”

 

Es recomendación conocida que las personas que sufren de hipertensión, vértigos o glaucoma deberían evitar realizar esta postura. 

Rectificación cervical:

Asimismo, en la actualidad, hay muchas personas que tienen “rectificación cervical” que, simplificando, consiste en una mala postura en nuestras cervicales que pierden su curvatura natural.

La rectificación cervical puede estar causada por un traumatismo o caída, por estrés, por nuestra actitud emocional (nuestras emociones dominantes influyen en nuestra postura corporal y, cuando ésta no es fisiológica, puede producir patologías), por enfermedades reumáticas y también por una mala postura: por ejemplo al sentarnos ante el ordenador (ojo a los portátiles con la pantalla más baja que la altura de los ojos) o mirando mucho tiempo el dispositivo móvil.

Cuando la curva natural de nuestra columna está rectificada (a veces sucede en las cervicales, pero también puede suceder en las dorsales o lumbares), la capacidad de adaptación y de amortiguación de nuestro peso y movimientos se reduce.

Asimismo, debemos tener presente que la zona de las cervicales es de vital importancia. Toda la información que llega y que sale de nuestro cerebro hacia el resto del cuerpo, pasa por nuestro cuello y cervicales. Por ello es fundamental tenerla en cuenta, cuidar de ella y no forzar. Por ello no es recomendable practicar la postura sobre la cabeza si tenemos rectificación cervical o cualquier otra patología en esta zona.

 

Cómo hacer la postura sobre la cabeza

 

Es posible que al principio impresione un poco la postura. Pero ¡OJO! practicar sirsasana no necesariamente significa practicar la postura completa, es decir con el equilibrio teniendo los pies elevados. Como enseña Dharma Mittra, lo importante en esta postura es por un lado, la inversión (es decir, tener las caderas por encima de la cabeza) y, por otro, la estimulación en el tope de la cabeza con la concentración en el entrecejo

Así pues, una primera versión de la postura (siempre que el practicante no tenga problemas en las cervicales) sería la denominada shashankasana: empeines, rodillas y tope de la cabeza en el suelo, con la frente cerca de las rodillas y brazos, o estirados en el suelo hacia los pies o manos entrelazadas tras la espalda. La cadera, elevada. Ésta es una fantástica opción para practicar la postura sin el desafío del equilibrio o incluso para practicantes que se están iniciando, para que se familiaricen con la sensación de tener la cabeza en el suelo. Además, estimula nuestro sistema digestivo, favorece la flexibilidad de la columna y es un buen estiramiento para la espalda.

Si, por el contrario, se quiere intentar con el equilibrio, hay algunos aspectos a trabajar incluso antes de probar elevar las piernas, ya que la postura completa, además de equilibrio, requiere:

  • Fuerza en los brazos
  • Flexibilidad en piernas y espalda
  • Tono en el abdomen

Todos estos elementos se pueden ir favoreciendo con el resto de posturas que practicamos durante nuestra sesión de yoga.

Trabajo previo a sirsasana:

Si eres profe y en tu clase observas que alguien tiene dificultad en mantenerse recto y flexiona las caderas, ayúdale a que fortalezca antes su abdomen, ya que es posible que esté flexionando las caderas para que la espalda pueda estar trabajando para sostener la postura.

Entonces, una vez que ya llevamos un tiempo practicando yoga y cuando nuestro core, brazos y hombros están un poco más fuertes, propongo tener en cuenta los aspectos que comento en el video que puedes ver más abajo. Son unos consejos que te ayudarán a entrar en la postura completa y mantener el equilibrio.

En clases es frecuente ver practicantes que intentan el equilibrio saltando o que prueban la postura sin comprobar antes que su cuello no se vea forzado. Sobre todo para evitar estos dos aspectos este video de menos de 2 minutos, te será de utilidad.

En el vídeo te lo explico de forma breve, pero recuerda tener paciencia y disfrutar del camino. Yo pude realizar la postura 2 años después de empezar a intentarla, así que paciencia y observa con atención los pequeños progresos que vayas haciendo semana a semana.

Aquí tienes el vídeo, que espero te ayude y te sirva!

 

Sirsasana según Ayurveda

 

Según nuestra constitución o lo que se conoce en ayurveda como «dosha» será conveniente una u otra forma de practicar la postura:

Para personas VATA:

  • la postura ayuda a reducir Vata
  • sostener durante un tiempo moderado
  • respiraciones suaves y amplias
  • concentrarse en la estabilidad
  • utilizar al pared puede resultar de ayuda 

Para personas PITTA:

  • la postura aumenta Pitta
  • sostener por poco tiempo
  • respiraciones sencillas y completas
  • concentrarse en la ligereza
  • foco en el equilibrio

Para personas KAPHA:

  • la postura ayuda a reducir Kapha
  • sostener varios minutos y con repeticiones
  • respiración ujjayi
  • concentrarse en la extensión (¡sin arquear la lumbar!)
  • base vigorosa (brazos fuertes y hombros, torso y piernas proyectados hacia arriba)

 

Y después de la postura..

 

La salida de la postura es de suma importancia. Reserva un poco de fuerza para bajar con control y, una vez con los pies en el suelo, reposa algunas respiraciones en balasana (postura de la «hoja plegada», «embrión» o «niño») dejando el cuello sin presión y los hombros relajados.

Asimismo, tal como nos enseñan Iyengar o Dharma Mittra, sirsasana debe ser seguida de sarvangasana («la vela» o «paro de hombros») y matsyasana («el pez»). Nos dice Iyengar «las personas que se dedican solamente a sirsasana sin practicar las posturas de sarvangasana, son propensas a enojarse por cosas triviales y se muestran fácilmente irritables. La práctica de sarvangasana, junto con sirsasana, modera este rasgo de carácter». Así que si te sientes identificad@ con estos rasgos, ¡ya sabes!

Recuerda que además de todos los consejos que puedas leer o encontrar por el cibermundo, lo mejor es contar con la ayuda de un/a profe experimentad@.

Si quieres que yo te ayude personalmente con la práctica o la enseñanza de esta u otras posturas, mira aquí y reserva una sesión privada o apúntate aquí a mis clases grupales online, con sesiones en directo y más de 80 clases disponibles para hacer cuando quieras.

Con amor hacia el Yoga y agradecimiento hacia ti por llegar hasta aquí,

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